La de cuidarnos a nosotros mismos, cuidar nuestro entorno y cuidar nuestras cosas es una idea clave para el éxito de cualquier empresa.
En un emprendimiento, debemos cuidar mucho aspectos tanto personales como organizacionales, que son bien diferentes entre sí pero que tienen igual importancia para el progreso:
• Cuidado de la economía (tenemos que ser racionales y proyectar bien las cuentas, a fin de que ingrese más dinero del que egresa).
• Cuidado de los recursos materiales y humanos (nunca será bueno el maltrato ni el descuido, ni de las personas que están involucradas en el proyecto, ni de los recursos físicos que poseemos).
• Cuidado de la propia salud mental y física (ya que el agotamiento o el abarcar más cuestiones de las que podemos asumir, siempre atenta contra nuestras posibilidades de desarrollo).
Afortunadamente en nuestro caso, trabajaremos con materiales y técnicas de por sí relajantes y agradables (siempre es más agradable expresarnos por medio de la pintura, realizando obras que una vez terminadas nos llenan de orgullo que pasar una mañana entera haciendo trámites en el centro de la ciudad, para nuestra salud mental), pero lamentablemente un negocio tiene otras aristas, no se trata sólo del contacto con el objeto que producimos. Debemos tener en cuenta varios aspectos, de cosas que cuidaremos:
• El lugar físico donde trabajaremos (lo que incluye una mesada amplia para la pintura y secado de las piezas, más una zona de atención al público, que, en algunos casos puede ser la misma, por lo que debemos ser especialmente cuidadosos en el orden y el diseño del lugar).
• Los utensilios y accesorios.
• La presentación de los objetos que produciremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario